Pomposa, presuntuosa, excesiva hasta el extremo la visión de Zack Snyder y David S. Goyer del superhéroe kryptoniano. Ya su primera hora de metraje es toda una declaración de intenciones donde todo sobrepasa el barroquismo visual y sobrepasa igualmente al espectador. A partir de ahí, las líneas de diálogo desaparecen dando paso a una orgía (nunca este término fue más adecuado) de destrucción en pantalla, una vez y otra vez y otra y otra. Un pueblo, una gasolinera, una granja, un rascacielos, helicópteros, naves, trenes... Todo se destruye y todo explota indiscriminadamente en un 'in crescendo' demencial, olvidándose casi prácticamente, excepto en algunos 'flashbacks' olvidados a los pocos segundos, de cualquier atisbo de formar personajes, ni siquiera la pareja principal: Superman y Lois Lane.
Espero que para la segunda parte, fechada para 2015, Snyder baje un poco de pulsaciones y ambición. Superman no es Batman, no es Leónidas (o Teseo, para el caso). Superman es un tipo humilde, gentil y educado que sólo quiere salvar el mundo. Y en este punto, para mi, Bryan Singer con su algo fría 'Superman Returns' gana la partida...
ME GUSTÓ: Henry Cavill como Superman, pero mejor con menos trascendencia.
NO ME GUSTÓ: Que agota. Cansa mucho. Y la música de Zimmer martillea el oído.
