‘BLADE RUNNER 2049’ (Denis Villeneuve, 2017). VALORACIÓN: ⭐️⭐️⭐️⭐️
La secuela de ‘Blade Runner’ es, en mi opinión, la película menos identificable de la carrera de Denis Villeneuve. Un film rendido al puro “product placement”. Pero, ¿es una mala película? Para nada. ‘Blade Runner 2049’ conserva muchas de las virtudes de su director. Sony ha sabido elegir sus piezas. Villeneuve es un valor seguro a la hora de darle solidez al conjunto, ayudado por un diseño de producción colosal, Roger Deakins es una institución como director de fotografía y su trabajo, ganador del Oscar, es de lo mejor del film y la B.S.O. es una maravilla compuesta por Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch. Este conjunto consigue que la experiencia para el espectador resulte inmersiva, una auténtica delicia para los sentidos. Y compensan las que para mí son las partes menos buenas del film: La primera, las interpretaciones. Se trata de una historia oscura ambientada en un mundo post-apocalíptico poblado de replicantes (androides), pero aún con esto, me han parecido actuaciones planas en exceso. Aún así, el reparto encabezado por un siempre solvente Ryan Gosling, hace que la historia funcione y sus 163 minutazos se hagan digeribles. Y la segunda, la más decepcionante para mí, es la previsibilidad del guión. Desde ‘Incendies’, las historias dirigidas por Villeneuve, propias o no, poseían el denominador común del giro brusco de guión que dejaba al espectador ojiplático, de una forma u otra, ante lo que acontecía en pantalla. Este giro aquí se da, pero de forma torpe. El hipotético “mcguffin” no resulta para nada sutil y las resoluciones a modo de flashbacks se tornan redundantes e innecesarias explicaciones para un espectador que sabe perfectamente lo que ocurre en pantalla y, por desgracia, lo que va a ocurrir. Estos dos hándicaps dejan ver sus costuras de producto de gran estudio a una obra que aún así, analizada en conjunto, considero de notable alto y en la que sus grandes virtudes estéticas y técnicas reducen a “pecata minuta” sus defectos... siempre que no tratemos de buscar en ella naves ardiendo más allá de Orión o rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhauser...
